twojei
𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊𝐏𝐈𝐋𝐋☯𝐖𝐇𝐈𝐓𝐄𝐏𝐈𝐋𝐋
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Brutales realidades del mundo.
Entre 1992 y 2013 el fotógrafo argentino Martin Weber, nacido en el exilio en Chile, viajó por varios países de América Latina para llevar a cabo un proyecto fotográfico. Éste consistía en retratar a personas de varios países latinoamericanos sosteniendo un pizarrón en el que esas personas escribían cuáles eran sus sueños (sus anhelos). El proyecto se materializó en el libro "Mapa de Sueños Latinoamericanos" que resultó ser una radiografía del dolor y las esperanzas del continente americano.
En 2007 Weber llegó a una comunidad de Medellín en Colombia. Allí conoció a Cristian, un adolescente de 15 años que iba todos los días a su escuela. No para estudiar, sino para comer. Su cuerpo estaba lleno de cicatrices: marcas de balas y puñaladas, evidencia física de peleas callejeras entre sicarios. Tenía una mirada opaca. Le dijo al fotógrafo que si lo hubiera visto por la calle le habría robado el equipo, y que si se hubiera resistido, probablemente lo habría acuchillado.
Como parte de su proyecto, Weber antes de fotografiar a Cristian le pidió que escribiera en el pizarrón. Éste escribió: "Mi sueño es morirme". Meses después de haberlo fotografiado, el cuerpo de Cristian fue encontrado baleado a las orillas de un río.
Weber le preguntó cuando le tomó la fotografía por qué ese sueño. Cristian le respondió que porque no tenía hogar y hacía cosas malas.
Weber escribió: "Nuestro destino sólo se puede cambiar si nos permitimos imaginar uno diferente del que nos ha sido dado".
Entre 1992 y 2013 el fotógrafo argentino Martin Weber, nacido en el exilio en Chile, viajó por varios países de América Latina para llevar a cabo un proyecto fotográfico. Éste consistía en retratar a personas de varios países latinoamericanos sosteniendo un pizarrón en el que esas personas escribían cuáles eran sus sueños (sus anhelos). El proyecto se materializó en el libro "Mapa de Sueños Latinoamericanos" que resultó ser una radiografía del dolor y las esperanzas del continente americano.
En 2007 Weber llegó a una comunidad de Medellín en Colombia. Allí conoció a Cristian, un adolescente de 15 años que iba todos los días a su escuela. No para estudiar, sino para comer. Su cuerpo estaba lleno de cicatrices: marcas de balas y puñaladas, evidencia física de peleas callejeras entre sicarios. Tenía una mirada opaca. Le dijo al fotógrafo que si lo hubiera visto por la calle le habría robado el equipo, y que si se hubiera resistido, probablemente lo habría acuchillado.
Como parte de su proyecto, Weber antes de fotografiar a Cristian le pidió que escribiera en el pizarrón. Éste escribió: "Mi sueño es morirme". Meses después de haberlo fotografiado, el cuerpo de Cristian fue encontrado baleado a las orillas de un río.
Weber le preguntó cuando le tomó la fotografía por qué ese sueño. Cristian le respondió que porque no tenía hogar y hacía cosas malas.
Weber escribió: "Nuestro destino sólo se puede cambiar si nos permitimos imaginar uno diferente del que nos ha sido dado".