Cutecel2001
KHHV 22 YEARS OLD
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A ver cómo cuento todo esto... Me quiero desahogar.
Estoy en plena época de exámenes y tengo muchísima presión. Tengo asignaturas pendientes y quiero sacarlas lo antes posible para no tener que pagar más matrículas y hacerle daño económico a mis padres.
Estoy haciendo todo por aprobar, hojas y hojas de ejercicios y estudiar cada demostración y teoría posible.
Pero hoy me ha venido una bofetada de nostalgia gorda. Abrí mi armario y encontré un portátil antiguo, me lo regalaron en mi comunión. Era de la marca HP, gris, con diseño futurista tipo Frutiger Aero de la época.
La curiosidad me inundó. Conecté el portátil a la luz con su cargador y para mi sorpresa, funcionaba. La pantalla está algo suelta y hace cosas raras, pero lo solucioné al conectarlo por HDMI a una pantalla externa.
El ordenador se encendió y sonó la música de bienvenida de Windows 7. Bendito sistema operativo, qué felicidad me dio. Tenía yo una edad baja, pero usé mi ordenador portátil para navegar por internet y usar redes sociales como Tuenti en la época.
Todo seguía igual... Programas, imágenes, trabajos, juegos... Todo seguía igual, desde el día en que ese ordenador se apagó por ultima vez hasta que hoy su luz se reflejó en lo más profundo de mis ojos.
Las imágenes volvieron a mis retinas. Fui feliz volviendo a mí maquina del tiempo particular. Recordar viejos momentos en los que fui altamente feliz.
Esto no acabó aquí. Seguí estudiando durante la tarde, hasta la noche. Después de cenar, bajé a mi cochera con el fin de buscar una pantalla antigua de monitor. Rebuscando entre las distintas cajas encontré un ordenador de los 90 que mis padres tenían en su anterior domicilio.
Era un ordenador blanco, estética típica de los 90. Decidí abrirlo, pues despertó mi curiosidad. Quité sus diferentes tornillos y en su interior pude observar sus grandes diferencias con respecto a los ordenadores actuales. Estaba lleno de polvo y lleno de cables, pero pude observar la placa base y sus distintos componentes.
Observé, mientras me quedaba embobado, las diferentes partes:
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Al dejar el ordenador en su respectiva caja de nuevo pude ver cómo mi padre tenía diferentes CD que contenían software de Windows 98 como Encarta 97, juegos, o el propio sistema operativo. En la carátula del CD mi padre todavía tenía escrita la key de activación.
Entre los distintos CD pude encontrar fotos mías de cuando era pequeño. Eran fotos de cuando yo tenía cinco años (curso 2005-2006) en las que estaban presentes mis compañeros del colegio y yo.
Se trataba de un CD que la profesora elaboró como regalo para el día del padre. Con mucha curiosidad, decidí rescatar ese CD.
Como mi ordenador de sobremesa no tiene lector de CDs, puesto que ya es algo antiguo, utilicé el portátil de mi comunión para observarlas. El CD seguía impoluto y funcionando perfectamente tras casi 20 años. Curioso...
Mientras sonaba Trouble de Coldplay observé las distintas fotos y mis lágrimas vinieron a mí como si fueran cataratas bajando abruptamente de mis ojos.
Qué bonitos recuerdos... Mis lágrimas bajaron al recordar esos momentos felices. La mezcla de observar dichas fotos en un ordenador de mi comunión con Windows 7...
Mis lágrimas salieron debido a recordar viejos bonitos momentos en los que no había responsabilidades, en los que todo era bonito..
De hecho, en una de las fotos aparecemos mi novia (crush) de cuando era pequeño y yo. Con ella hablé tardes y tardes por el Messenger.
Gente de la que hoy en día no sabes nada y con ella compartiste bonitos momentos. Llorar en época de exámenes, con toda la presión, con asignaturas pendientes que los demás han aprobado y tú no, con ellos acabando este año y tú no.
Sin un rumbo de vida, sin saber qué será de ti en los próximos años. Viendo a tus padres envejecer y sintiéndote cada vez más solo. Sin amigos y con un futuro incierto.
Mi padre me vio llorar y me trajo un Cola Cao y un Orfidal para calmarme. Habló conmigo y me calmó. Te quiero, papá. Gracias por acompañarme en mis momentos de estudio y por tu apoyo moral.
Este día parece haber sido un regalo de Dios. Casualidades bonitas y recuerdos.
En fin, perdón por el tocho. Esto es mi medicina personal.
Estoy en plena época de exámenes y tengo muchísima presión. Tengo asignaturas pendientes y quiero sacarlas lo antes posible para no tener que pagar más matrículas y hacerle daño económico a mis padres.
Estoy haciendo todo por aprobar, hojas y hojas de ejercicios y estudiar cada demostración y teoría posible.
Pero hoy me ha venido una bofetada de nostalgia gorda. Abrí mi armario y encontré un portátil antiguo, me lo regalaron en mi comunión. Era de la marca HP, gris, con diseño futurista tipo Frutiger Aero de la época.
La curiosidad me inundó. Conecté el portátil a la luz con su cargador y para mi sorpresa, funcionaba. La pantalla está algo suelta y hace cosas raras, pero lo solucioné al conectarlo por HDMI a una pantalla externa.
El ordenador se encendió y sonó la música de bienvenida de Windows 7. Bendito sistema operativo, qué felicidad me dio. Tenía yo una edad baja, pero usé mi ordenador portátil para navegar por internet y usar redes sociales como Tuenti en la época.
Todo seguía igual... Programas, imágenes, trabajos, juegos... Todo seguía igual, desde el día en que ese ordenador se apagó por ultima vez hasta que hoy su luz se reflejó en lo más profundo de mis ojos.
Las imágenes volvieron a mis retinas. Fui feliz volviendo a mí maquina del tiempo particular. Recordar viejos momentos en los que fui altamente feliz.
Esto no acabó aquí. Seguí estudiando durante la tarde, hasta la noche. Después de cenar, bajé a mi cochera con el fin de buscar una pantalla antigua de monitor. Rebuscando entre las distintas cajas encontré un ordenador de los 90 que mis padres tenían en su anterior domicilio.
Era un ordenador blanco, estética típica de los 90. Decidí abrirlo, pues despertó mi curiosidad. Quité sus diferentes tornillos y en su interior pude observar sus grandes diferencias con respecto a los ordenadores actuales. Estaba lleno de polvo y lleno de cables, pero pude observar la placa base y sus distintos componentes.
Observé, mientras me quedaba embobado, las diferentes partes:
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Al dejar el ordenador en su respectiva caja de nuevo pude ver cómo mi padre tenía diferentes CD que contenían software de Windows 98 como Encarta 97, juegos, o el propio sistema operativo. En la carátula del CD mi padre todavía tenía escrita la key de activación.
Entre los distintos CD pude encontrar fotos mías de cuando era pequeño. Eran fotos de cuando yo tenía cinco años (curso 2005-2006) en las que estaban presentes mis compañeros del colegio y yo.
Se trataba de un CD que la profesora elaboró como regalo para el día del padre. Con mucha curiosidad, decidí rescatar ese CD.
Como mi ordenador de sobremesa no tiene lector de CDs, puesto que ya es algo antiguo, utilicé el portátil de mi comunión para observarlas. El CD seguía impoluto y funcionando perfectamente tras casi 20 años. Curioso...
Mientras sonaba Trouble de Coldplay observé las distintas fotos y mis lágrimas vinieron a mí como si fueran cataratas bajando abruptamente de mis ojos.
Qué bonitos recuerdos... Mis lágrimas bajaron al recordar esos momentos felices. La mezcla de observar dichas fotos en un ordenador de mi comunión con Windows 7...
Mis lágrimas salieron debido a recordar viejos bonitos momentos en los que no había responsabilidades, en los que todo era bonito..
De hecho, en una de las fotos aparecemos mi novia (crush) de cuando era pequeño y yo. Con ella hablé tardes y tardes por el Messenger.
Gente de la que hoy en día no sabes nada y con ella compartiste bonitos momentos. Llorar en época de exámenes, con toda la presión, con asignaturas pendientes que los demás han aprobado y tú no, con ellos acabando este año y tú no.
Sin un rumbo de vida, sin saber qué será de ti en los próximos años. Viendo a tus padres envejecer y sintiéndote cada vez más solo. Sin amigos y con un futuro incierto.
Mi padre me vio llorar y me trajo un Cola Cao y un Orfidal para calmarme. Habló conmigo y me calmó. Te quiero, papá. Gracias por acompañarme en mis momentos de estudio y por tu apoyo moral.
Este día parece haber sido un regalo de Dios. Casualidades bonitas y recuerdos.
En fin, perdón por el tocho. Esto es mi medicina personal.
